Los editores de textos en general, haciendo un especial hincapié en la propuesta Word de Microsoft al ser la más conocida, son de los tipos de programas de los que mayor uso hacemos generalmente, de ahí su popularidad y el enorme crecimiento en cuanto a su funcionalidad que han venido experimentando en los últimos años.
De hecho sus desarrolladores cada vez integran una mayor cantidad de características para así aumentar su versatilidad y mejorar la experiencia del con estos programas, como logran en la mayoría de los casos. Pero claro, de manera paralela a este aumento de funcionalidad y complejidad del programa, estos se hacen cada vez más completos, por lo que al igual que sucede con las aplicaciones que forman parte de otros sectores del software, estos se hacen más vulnerables ante posibles ataques externos.
De hecho se podría decir que la propuesta a la que os hemos hecho mención anteriormente, Microsoft Word, es el editor de textos más completo que en estos momentos podemos encontrar, al tiempo que es uno de los más propensos a recibir posibles ataques. De hecho, una de las vías que más utilizan desde hace años estos ciberdelincuentes, son las macros, elementos muy útiles y personalizables para aumentar nuestra productividad con el programa, pero que al mismo tiempo pueden ser la vía de entrada del malware si no las usamos de manera adecuada.